martes, 19 de marzo de 2013

¿Como celebrar el dia del padre cuando no se tiene padre?

 En pleno siglo XXI, cuando el modelo de familia tradicional convive con otros modelos de familias:  familias formadas por un solo adulto con hijos a su cargo, adultos sin hijos, adultos del mismo sexo con hijos, parejas separadas, niños y niñas al cuidado de los abuelos y las abuelas...me pregunto por qué la escuela sigue reproduciendo practicas del siglo pasaado y seguimos celebrando el dia del padre, el dia de la madre..
Desde que Francisco Jose y Miguel asistieron por primera vez a la escuela infantil con 15 meses todos los años han celebrado el dia del padre y le han preparado un regalo a in padre inexistente... Y no puedo dejar de preguntarme ¿por que? ¿que justificacion pedagogica persigue este tipo de prácticas? Ahora que abogamos por una enseñanza de calidad, que navegamos entre competencias, que pretendemos desarrollar al máximo las capacidades de nuestro alumnado, prepararlos para la vida, formarlos como  ciudadanas y cuidadanos que se integren con éxito en la sociedad... seguimos siendo los depositarios de una tradicion que en pocas ocasiones se cuestiona y que  perdura en las aulas de infnatil por el simple hecho de que "siempre haa sido asi" y la tradición  nos vuelve a posar el violinista en  cada uno de los tejados de nuestras escuelas.
Por suerte, hay centros que han comenzado con los cambios y el dia del padre ha dado paso al dia de la fzmilia, término que abarca todas y cada una de los diversos modelos de familia, con sus identidades y diferencias, donde a las criaturas no se les crea la responsabilidad de elegir un sustituto de un padre a quien ofrecer un regalo, porque a lo mejor, tu familia son las personas con las que convives, las que te quieren las que te arropan, las que te ponen una tirita si te caes, las que te leen un cuento antes de dormir, con las que te ries o  las que te limpian la nariz cuando lloras...Llámale abuela,  Yiyii, el novio de mama ...o llámale papá. 


¡Felicidades a todas las familias que se sienten familias porque lo son, tengan o no tengan padre Y felicidades a todos los padres que ejerrcen de padre aunque no lo sean.Y como decía mi hijo Francisco José " Somos una familia feliz... y no tenemos papá"


 

domingo, 10 de marzo de 2013

El aula de infantil como estructura de oportunidades y como ambiente de vida


Imaginemos un aula sin niños y sin niñas, vacía, Podemos observar detenidamente como esta ocupado el espacio, que tipo de  decoración presenta,  cómo es  la distribución de las mesas, de los materiales… Con sólo este examen podríamos aventurar a qué modelo metodológico responde este aula. Si en nuestra aula vacía las mesas están colocadas de una en una, podríamos suponer que prima el trabajo individual, ahora bien, si las mesas están colocadas en grupos de 5 podríamos deducir  que se trabajo en equipo. El espacio nos habla de lo que ocurre en el aula, y de alguna manera propicia una forma de enseñar y de aprender. La organización y distribución del espacio condiciona el funcionamiento del aula, facilita o dificulta las interacciones,  el movimiento, la autonomía y la relación con el mundo fuera del aula.
El ambiente físico está formado por los muebles,  las paredes y por los materiales que hay en el aula, estos pueden estar estructurados de forma que prime escuchar a la maestra, trabajar en silencio, ver todos la pizarra, con mesas y sillas suficientes para que todos puedan estar sentados a la misma vez, haciendo la misma actividad. O puede estar estructurado de forma que facilite el trabajo en pequeños grupos, las conversaciones, los contactos, que permita sentarse a solas para leer el cuento que mas te gusta o que permita a la maestra trabajar con un pequeño grupo cómo vamos a realizar la exposición oral de los animales mientras otros están realizando “otros trabajos”
Estamos acostumbrado a asistir a aulas de infantil en donde las niñas y los niños tienen un sitio asignado, una percha, incluso en muchas se escribe el nombre de cada uno en su sitio...Este tipo de agrupamientos es adecuado para trabajar individualmente, no hablar con los compañeros y no distraerse, responde a una concepción del aprendizaje en el que los niños y niñas aprenden con ejercicios de repetición, en donde el saber nos viene transmitido por el docente, en donde el aprendizaje es una actividad en solitario y en aislamiento. Sin embargo, sabemos que el aprendizaje implica relacionarse con el mundo, establecer múltiples relaciones, interaccionar con el docente y con otros iguales, interaccionar con los distintos elementos del aula, difícilmente interaccionaré con nadie si no me puedo mover de mi sitio. Un aula con 20 fichas iguales en el tablón o con 20 cuentos iguales en la biblioteca, poco motivará al alumnado a que investigue, investigar implica que la situación que se nos presenta nos es desconocida, que es tan compleja como para tener que averiguar que es y cómo funciona. Rodear o colorear de rojo un círculo, dudo mucho que le interese a nadie por pequeño que sea. Los docentes sabemos muy bien escribir en nuestras planificaciones: investigar, aprender por descubrimiento, crear conflicto... pero para ello los niños y niñas  necesitan levantarse de su sitio y explorar el mundo que les rodea.
Cuando pienso en las aulas de infantil pienso en un aula en donde los niños y las niñas interaccionan, buscan, se equivocan, aprenden. La organización del espacio dividida en zonas o rincones, permite estructurar el espacio del aula con distintas funciones: zonas para compartir una lectura, zonas con materiales para manipular libremente, zonas para recrear situaciones de la vida diaria: el médico, la tienda, la zapatería...
Los rincones son una propuesta metodología que parte de una organización funcional del espacio, que organiza el trabajo en pequeños grupos, favorece la interacción y el intercambio entre las niñas y los niños, así como la autonomía al hacer al alumnado participe y responsable de su propio aprendizaje. Nos permite adaptarnos a la diversidad de necesidades e intereses de los alumnos y alumnas del aula con propuestas de actividades abiertas y flexibles  que permiten que el docente atienda a un  pequeño grupo mientras los demás hacen “otra cosa”.

Volvamos a nuestra aula vacía del principio y dejémosle llenarse de risas, murmullos, preguntas, inquietudes, afectos y sorpresas ante todo un mundo por descubrir y como docentes acompañémosles en este camino de investigación propiciando las oportunidades, ayudándoles a cuestionarse, convirtiendo así nuestra aula en un lugar de vida.